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Un grito colectivo en el Arte

Muestra de los profesores de Arte

El viernes 24 de noviembre se realizó la inauguración de “grito colectivo”, muestra de los profesores de Arte del Colegio Ward, en el marco de la 39º Temporada de las Artes.

La muestra está instalada en Casa Madero, espacio habitual para la enseñanza de Arte que posee espacios especialmente pensados para exposiciones. Las obras expuestas fueron en su mayoría individuales pero algunas de ellas fueron de producción colectiva de los docentes.

La ceremonia de inauguración fue una ocasión para el encuentro, el disfrute, la contemplación del Arte, la conversación, la alegría y el disfrute. La experiencia, tanto de producción de la muestra, que incluye su misma inauguración, fue compartida y de enriquecimiento mutuo., Tan es así que inspiró a dos personas a escribir poesías en base a esta muestra, es el caso de Fernando Vecchiarelli, esposo de la Prof. Liliana Orsoletti, y de la Prof. Cristina Martino. Ambas poesías aquí las compartimos.

Grito colectivo

“Nacemos sin experiencia y es nuestra primera experiencia válida en la vida, nacemos sin saber quiénes somos ni que seremos en el futuro y sin saber cuánto tiempo estaremos en este mundo, pero nacemos.

Tenemos por delante un eterno aprendizaje que nos marcará el entorno para adaptarnos al resto, así poder ser parte de un todo y en esa tarea debemos gestar nuestra individualidad, nuestro propio pensamiento, nuestra interpretación de lo que nos rodea.

Con el tiempo creamos nuestro sitio y nos unimos a quienes piensan igual o parecido y entendemos que siempre hay otros que no piensan como nosotros y aprendemos a discernir a intercambiar a aceptar y a rechazar.

Poco a poco aprendemos a callar y a opinar en voz baja, aprendemos a no luchar a no molestar y ese es el momento en que dejamos de comprender que nuestro lugar en este mundo no es el soñado.

Un día entendemos que nuestro destino no está signado de antemano, que no siempre es lo adecuado el guardar silencio, el intentar ser maleable al resto.

Ese día buscamos dentro de nosotros en las profundidades de las entrañas hasta encontrar nuestro origen primario, el de ese único día en que nacimos sin saber, sin experiencia y al igual que ese día, todos hacemos sentir nuestro grito colectivo que invada el espacio con tanto silencio no querido y esa es nuestra segunda experiencia, la que nos indica quienes somos…

Dios salve a los artistas…De ellos será el mundo de los Gritos”.

 

Fernando Omar Vecchiarelli

 

“Interesante haber elegido algo imposible de representar. Un grito que queda congelado y mudo. Y aún sin sonido, todavía, se percibe el espanto, la sorpresa, la fuerza anclada en el cuerpo. El grito aparece cuando la palabra no es posible. Cuando la palabra no alcanza, cuando se sofoca el decir, cuando la fuerza de adentro necesita desatarse en aire y sonido, como un intento vano de implorar escucha, de hacerse oír, de hacer visible la voz propia, la lucha del que no se rinde, intentando, a pesar de todo estallar desde dentro con el aire cargado de uno... Una forma rara de respirar y ser... De reclamo y esperanza. Un grito colectivo no es lo mismo que gritar a solas. El grito solitario está marcado por la ira, la impotencia, la desesperanza.

Gritar con otros es pensar que a los demás también les pasa, que juntos hay alguna posibilidad. Es escucharse en el aire reverberando en medio del sonido de otros. Es como cantar.

Por un instante, el del grito, me rodea la fuerza de los otros clamando por las mismas cosas, o no, pero de la misma manera, empujados por el mismo deseo, vibrando conmigo...”

 

Prof. Cristina Martino