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Comparando guerras

Discurso por el Día del Veterano y los Caídos en la Guerra de Malvinas

En el 40º aniversario del conflicto bélico, los invitamos a leer “Comparando guerras”, el discurso completo del Prof. Hugo Ladjet (’81) pronunciado hoy en el acto conjunto realizado por el Nivel Secundario y la Escuela Especial. Participó del acto la Lic. Aurea Obeso, en su primer día como Directora del Nivel Secundario.

 2 de abril de 2022

Día del Veterano y los Caídos en la Guerra de Malvinas

COMPARANDO GUERRAS 

Prof. Hugo Ladjet

 

Mañana se cumplen 40 años del inicio de la Guerra de Malvinas, una guerra que tenía como principal objetivo recuperar las islas Malvinas, las islas Georgias del Sur y las islas Sándwich del Sur en poder de los ingleses desde el 2 de enero de 1833 cuando usurparon los territorios expulsando a la población argentina que allí se encontraba.

 Desde ese momento y durante 149 años ininterrumpidos nuestro país reclamó la devolución de dichos territorios por la vía diplomática. Las razones esgrimidas en el reclamo pueden sintetizarse en tres cuestiones: las Malvinas son argentinas por cuestiones históricas (había autoridades argentinas al momento de su usurpación), por cuestiones geográficas (las islas se encuentran dentro de la plataforma submarina argentina y están a 480 km de la costa de Santa Cruz) y por cuestiones jurídicas, ya que nunca abandonó su reclamo diplomático por la soberanía y en 1965 la ONU -a partir de la resolución 2065 (varias veces ratificadas)- instó a ambos países a negociar en la búsqueda de una solución.

 Estos reclamos pacíficos, por vía diplomática se interrumpieron a partir del 2 de abril de 1982, cuando comenzó el conflicto que duró 74 días. El 14 de junio las tropas argentinas se rindieron y los ingleses recuperaron las Malvinas y demás territorios hasta la actualidad.

 Les voy a leer algunos testimonios e información sobre la guerra publicada por distintos diarios (entre ellos Clarín y La Nación). Esas noticias, obtenidas por corresponsales de guerra, enviados especiales a la zona de conflicto y soldados, testigos directo del campo de batalla, nos ayudan a pensar cómo se vive una guerra.

 “Pocos días después comenzaron los bombardeos sobre Puerto Argentino y siempre volvían a mi recuerdo los rostros de esas personas que vivían muy tranquilas en un lugar bellísimo, y de un día para el otro, dos países pelearon una guerra en el patio de sus casas

 “El asalto aéreo comenzó justo cuando las sirenas comenzaban a sonar en la región circundante.” La declaración agrega que las tropas atacaron un hospital militar regional y que los combates continúan.

 “Los bombardeos enemigos cayeron sobre las casas de los civiles. Varias de las casas quedaron completamente destruidas, otras tienen paredes, techos, ventanas, están dañados”.

 "Fuimos sin la ropa ni los equipos correspondientes, el armamento que teníamos no era bueno. Las condiciones en las que estábamos eran pésimas, el agua congelada nos llegaba hasta la cintura en el pozo de zorro y estábamos muertos de hambre", recordó un ex combatiente quién siguió diciendo: “soportamos vientos de 80 kilómetros por hora. Eso afectó físicamente a los compañeros, llegaron a no poder calzarse los borsegos porque tenían los pies quemados del frío. Teníamos calzado no apto para ese suelo y filtraba agua

 Como contracara, el ataque inglés era "infernal": "Ellos nos tiraban de todos lados, desde los barcos, los aviones y las personas cuerpo a cuerpo. Eran muy poderosos y además tenían el apoyo de otros países, no hay que olvidar eso".

 “El tercer día de lucha. No entraron en la ciudad. La lucha se está dando en las afueras. No entregamos la ciudad, pero las fuerzas no son iguales”, dijo un joven soldado.

 "Ayer fue un día muy duro y no se podía ver nada, pero hoy ví unos carros especiales que recogieron personas. No sé a dónde las están llevando, pero las han recogido de las calles".

 "Ha habido tantos bombardeos, combates y balaceras alrededor, en los bosques, que la gente dice que hay muchas personas tiradas allá”.

 "Nadie se atreve a llegar a esos lugares. No sólo por los ataques…” –explicó- “sino porque están patrullando. En cualquier momento puede haber una emboscada, las tanquetas van y vienen".

 Lo que acaban de escuchar son relatos y testimonios entremezclados de la guerra de Malvinas y de la guerra que se está desarrollando actualmente entre Rusia y Ucrania. Casi no podría identificarse qué relato pertenece a una y a otra guerra, salvo por lugares geográficos mencionados

 40 años y 13000 kilómetros separan un conflicto de otro, pero lo horrores de la guerra son los mismos porque, como expresó Lino García, chaqueño, ex combatiente de Malvinas: “A la guerra no se va a disfrutar, se va a sufrir”.

 Como institución educativa, cristiana y democrática debemos EDUCAR PARA LA PAZ y por eso estamos obligados no sólo a que los estudiantes conozcan los hechos relacionados con la guerra, sino también, y creo que es lo más importante, transmitir claramente que es la vía diplomática el camino para seguir reclamando nuestros territorios hasta que se recuperen definitivamente.

 “Sólo le pido a Dios que la guerra no me sea indiferente…” expresa León Gieco en uno de sus populares temas. Y para eso estamos hoy aquí reunidos…para que la Guerra de Malvinas no quede en el olvido, para que la desmalvinización que quiso imponer la dictadura -a partir del regreso de los excombatientes- no le gane a la memoria. Quienes fueron a combatir, los que regresaron y quienes perdieron su vida en combate, hicieron lo mejor que pudieron en un contexto desfavorable, tanto por los recursos, por el escenario de combate, como por la inexperiencia de muchos jóvenes que combatieron. Todos ellos merecen nuestro respeto como lo que son: HÉROES de MALVINAS.