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Tiempo de Pascua, tiempo de encuentro

Dios viene a nuestro encuentro



La Pascua de Resurrección nos recuerda que debemos buscar a Jesús entre los vivos y, especialmente, en nuestro prójimo. Por esto, el trato que dispensamos a nuestro prójimo nos señala, en definitiva, cómo nos relacionamos con Dios. Y así nos lo indica el Evangelio:

34 Y dirá el Rey a los que estén a su derecha: “Vengan ustedes, los que han sido bendecidos por mi Padre; reciban el reino que está preparado para ustedes desde que Dios hizo el mundo.35 Pues tuve hambre, y ustedes me dieron de comer; tuve sed, y me dieron de beber; anduve como forastero, y me dieron alojamiento.36 Estuve sin ropa, y ustedes me la dieron; estuve enfermo, y me visitaron; estuve en la cárcel, y vinieron a verme.” 37 Entonces los justos preguntarán: “Señor, ¿cuándo te vimos con hambre, y te dimos de comer? ¿O cuándo te vimos con sed, y te dimos de beber? 38 ¿O cuándo te vimos como forastero, y te dimos alojamiento, o sin ropa, y te la dimos? 39 ¿O cuándo te vimos enfermo o en la cárcel, y fuimos a verte?”40 El Rey les contestará: “Les aseguro que todo lo que hicieron por uno de estos hermanos míos más humildes, por mí mismo lo hicieron.”

Mateo 25:34-40

Que esta Pascua de Resurrección haga florecer en nuestros corazones el deseo de preservar la paz y la vida por sobre todo acto de desigualdad, violencia e injusticia que afecta a la humanidad.