Un niño envuelto en pañales
Mensaje del Capellán para esta Navidad
Un niño envuelto en pañales
"Como señal, encontrarán ustedes al niño envuelto en pañales y acostado en un establo".
(Lucas 2: 12)
Este año, quizá como nunca, nos dimos cuenta de que hay cosas que creíamos imposibles de cambiar, pero cambiaron. A medida que nos fuimos quedando en casa, también descubrimos que lo que más deseábamos en la vida ya no era cambiar el auto, o mejorar nuestro trabajo. Deseábamos, al menos, poder pasar un tiempo con familiares queridos y amigos, celebrar cumpleaños donde nos pudiéramos abrazar y demostrarnos el afecto sin temor al contagio...
Pero aprendimos de forma muy real que, si no nos cuidamos entre todos, la podemos pasar muy mal... Es decir, nos dimos cuenta de que en esos detalles tan cotidianos que tiene la vida, está lo que realmente valoramos en esta situación de crisis...
El Evangelio nos muestra también que Dios, salvador del mundo, no se hace presente a la humanidad en castillos de oro, ni aparece sentado en grandes tronos; se nos hace cercano en la figura de un bebé. Y como señal para descubrirlo, Dios nos da algo tan cotidiano que casi pasaría desapercibido, un bebé envuelto en pañales...
Quiera Dios que, en esta Navidad, todos y todas (creyentes y no creyentes) podamos descubrir que la verdadera vida se nos hace presente en la cotidianeidad, en una vida realizada en el compromiso con los demás y en amor con los que nos rodean. Es así de simple... ¡pero así de real! Dios se nos presenta en la debilidad de un niño envuelto en pañales...
Pablo Bordenave
Capellán