NetWard
La Revista del Colegio Ward
NetWard nació en el 2002, cuando nuestro país atravesaba tiempos muy difíciles. Decíamos entonces que nacía en la convicción de que "nuestra misión como educadores, y como escuela cristiana, es la de apostar fuertemente a la esperanza; es la de crear y viabilizar horizontes de posibilidad; es la de construir puentes y levantar barreras." Leer más...
Ambiente y cambio climático
Editorial
Gracias al pincel de un exalumno, José Antonio “Cuco” Morales (‘72), presenta mos nuestra nueva edición rindiendo homenaje a la naturaleza que nos permite la vida.
El verde de los árboles, además de aportar belleza al paisaje, colabora en la construcción de un ambiente oxigenado para todas las especies, incluida la humana. La vida natural y social atraviesa los límites de la institución escolar. Preparar a nuestros niños y jóvenes para ejercer su rol de ciudadanos y ciudadanas, es también ocuparnos de hacerlos sensibles a los grandes problemas de nuestro tiempo. Es por ello que decidimos abordar el difícil tema de “Ambiente y Cambio Climático”. Difícil porque moviliza, difícil porque hay que enfrentar conceptos erróneos y hasta funda mentalismos de distinto signo, difícil porque hay que hacerlo con el cuidado de con cientizar sin agobiar ni angustiar. Contamos, eso sí, con el entusiasmo y el interés que las nuevas generaciones sabiamente muestran hacia estos temas. Así, nos lanzamos durante 2022 a desarrollar temas involucrados con esta cuestión desde perspectivas curriculares diferentes. Verán en esta NetWard un breve repertorio de tantísimo rea lizado en todos los niveles: desde las Ciencias Naturales, pasando por la Educación Física, la Tecnología, la Administración o la Historia. Porque el tema del ambiente es multidisciplinariamente complejo.
Contar con sólida base científica fue un principio fundamental. Por eso recurrimos a especialistas en el tema: entre otros, científicos de renombre como la Dra. Inés Ca milloni o el Dr. Leandro Díaz (‘07), ambos investigadores del CONICET. Pero además pudimos sumar información de centros especializados de otras partes del mundo.
Dar a conocer también el derecho que nos asiste en esta materia, fue otro punto relevante. No se puede exigir lo que no se conoce. Tampoco se puede respetar o cuidar lo que no se sabe. Por lo que también fue muy importante el abordaje considerando aspectos jurídicos, nacionales e internacionales, ya que en este terreno el bien común es obviamente, planetario.
El correlato del derecho es el deber ciudadano, sea en la esfera de actuación indi vidual, familiar, profesional o cívico-social. En este sentido, resulta fundamental ser conscientes de cómo nuestras decisiones personales, las de mi empresa, las de mi industria, las de mi escuela, las de mi municipio o las de mi país, colaboran en la construcción de un ambiente sano, atento al problema del cambio climático.
Una vez más, la humanidad tiene la oportunidad de torcer el rumbo de los hechos. Y eso no depende de causas naturales, ni de la Providencia. Depende de cada ser hu mano que habita nuestro planeta. La naturaleza nos está mostrando que el camino de salida de los problemas que nos afligen no es el del egoísmo y el interés mezquino, sino el de la mirada solidaria y el trabajo mancomunado, entre las personas y entre los estados. ¿Habremos aprendido la lección?