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Balas de goma

Ganador del Concurso Pax Orbis 2017

Compartimos con ustedes el texto ganador del Concurso de escritura Paz Orbis 2017 del Nivel Secundario, proyecto de 83 años de trayectoria que busca promover la Paz y los Derechos Humanos entre las nuevas generaciones.

El 1er Premio fue para el estudiante Guido Freire, quien bajo el seudónimo “Balas de goma” se consagró con el texto “Umaina” que aquí se transcribe:

 

Pidió que le muestren una foto de su familia por última vez. Su cuerpo se le inundó de nostalgia y se acordó del día que dejó a su esposa e hija solas para unirse al Hamas. No lloró, pero cuando agarró la foto y se la guardó en el bolsillo se le escurrió una lágrima. Su vida estaba destinada a ser sacrificada en el nombre de Dios. Pero su Dios no era el mismo Dios que el de los israelitas. Se puso el cinturón especial, era muy pesado. El comandante le mostró el botón que tenía que apretar a la 1:15 para que se cumpla su misión. Escuchó atentamente las palabras de aliento que el comandante tenía para darle: “Esta intifada sucede por su culpa, nos roban la tierra, el agua y el petróleo y además, contaminan nuestra cultura. Acuérdese de eso hoy cuando se suba al colectivo y vea los rostros de las personas culpables del sufrimiento de nuestra ardun mukadasa. Hoy se va a hacer justicia”.

No tenía miedo. Caminó hasta la parada de colectivo y se subió al primer colectivo que pasó. Miró el reloj.

10:12

El colectivo estaba lleno. Se sentó en el asiento del medio y calculó que la explosión alcanzaría a no menos de 30 personas. A su derecha dormía un homeless. A su izquierda una mujer miraba por la ventana, como buscando a alguien. Miró el reloj

11:43

Acarició el botón que tendría que apretar a la 1:15pm como para asegurarse que seguía ahí, de que no estaba soñando. El colectivo pasó por un pozo y sacudió a todos los pasajeros. El homeless se despertó y se bajó en la siguiente parada. Al mismo tiempo entro una niña al colectivo y la mujer que estaba a su izquierda se levantó de un salto, se acercó a ella y la abrazó fuertemente. La mujer le pidió intercambiar asientos para estar al lado de su hija. Él se negó; estaba sentado en el mejor asiento del colectivo. La niña entonces se sentó a su derecha y la mujer quedó a su izquierda. El resto del colectivo lo miraba y hablaba por lo bajo. Para ellos, él era un hombre que negó cederle el asiento a una niña para que esté junto a su madre. Para él, ellos eran los culpables del sufrimiento de su ardun mukadasa. Miró el reloj.

1:00

Le sudaban las manos y se sentía inquieto. El colectivo pasó por otro pozo, sacudiendo de vuelta a todos los pasajeros. La foto se le escapó del bolsillo y voló lentamente a su derecha, en el regazo de la mujer. Él agarró la foto rápidamente y se la incrustó en el bolsillo. La mujer le dijo que tenía una linda hija. Le preguntó cómo se llamaba su hija pero él solo miraba su reloj. La niña se acercó a su madre y se trepó a sus piernas. El asiento de su derecha ahora  estaba vacío.

1:10

1:12

La mujer, tratando de romper la barrera incómoda y pesada del silencio le dijo “La mía se llama Umaina”.

Él se pasó al asiento de la derecha y dejó que la niña se sentara al lado de su madre.

1:15

Para ellos, él era un hombre que le cedió el asiento a una niña. Para él, ellos eran personas

1:16

“Mi hija se llama igual”.

1:17
1:20