Fuimos al Atelier de Yamaha en donde nos recibieron muy bien y pudimos recorrer cada taller de distintos instrumentos musicales y ver como los arreglaban. Aprendimos que en Japón casi todos los colegios tiene una banda, incluso los más pequeños; y también que cada instrumento tiene si técnico especialista que se dedica a la reparación de un solo instrumento en particular. Este Atelier se encontraba en el barrio de Ginza. Por la tarde fuimos al templo Zojoji, que es un templo budista típico de Japón. En este lugar, hay una pequeña construcción en la cual los creyentes escriben sus deseos para que Buda se los conceda. También tiene un cementerio en donde algunos fieles fueron enterrados.
Por la noche subimos a la torre de Tokyo y tuvimos una vista increíble de toda la ciudad de noche, a una altura de 250 metros. Allí también había un enrejado en el cual pudimos dejar escrito nuestros deseos.